Va a tener que pensar en una nueva Iglesia
Publicado
- 🕒 1 min read

Se cuenta que una vez llamó Napoleón en su época de mayor esplendor a palacio al Nuncio del Papa en Francia. Durante la entrevista el Emperador dejó caer de modo muy fino, con una suave sonrisa en los labios:
-Monseñor, si el Papa no cede en este negocio que tanto me interesa, creo que va a tener que pensar en un nueva Iglesia.
El otro tenía a sus espaldas varios siglos de diplomacia vaticana, así que no se descompuso, y con la misma suavidad e ironía, respondió:
-Señor, puede ser una empresa ardua destruir la Iglesia. Incluso para nosotros, los Obispos, sería difícil conseguirlo…