El sueño de san Alberto Magno
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San Alberto Magno es uno de los grandes maestros de la teología medieval y el patrón de los científicos. Entró en la orden de los dominicos en 1223. Presento aquí la historia de su vocación.
En 1222 el joven Alberto Magno escuchaba en Padua las encendidas predicaciones que fray Jordán de Sadonia (sucesor de santo Domingo de Guzmán en la orden dominicana) dirigía a los estudiantes. Habiendo caído enfermo de gravedad, hizo voto de entrar en dicha orden, si recobraba la salud. Alcanzada ésta, su tío y tutor trató de disuadirle de cumplir su promesa. Y para ello incluso solicitó y obtuvo la dispensa del papa de su voto. Pero Dios seguía llamando con fuerza a su corazón. Como todo joven, amante de los estudios científicos y al mismo tiempo atraído por la vida religiosa, le asaltó la duda de si podría perserverar en ese duro género de vida. Él mismo refiere a uno de los primeros cronistas de la orden, fray Gerardo de Frachet, cómo soñó que había entrado en la orden, y después salía. Al despertarse sintió gran consuelo y se dijo: «Ahora veo confirmado aquella duda mía, de que si alguna vez hubiera entrado, ahora tendría que salir». Pero aquel mismo día asistió a un sermón del mestro Jordán. El joven estudiante quedó profundamente impresionado por estas palabras del predicador: «Hay quienes hacen propósito de abandonar el mundo y entrar en nuestra orden; pero el demonio les hace ver en sueños que entran y después salen (…), infundiéndoles con ello el temor para no decidirse a entrar, porque no podrían perserverar». Terminado el sermón, el joven estudiante, se acercó al predicador y le dijo: «Maestro, ¿quién os ha revelado mi corazón?» Y le expuso sus dudas acerca de su vocación. El maestro, «con firme confianza en Dios, le confortó contra esta tentación«. Y él, convencido totalmente por sus palabras, no quiso tardar más, y entró en la orden en 1223.
Fuente: Nuevo año cristiano (Noviembre)