Si uno entra en una farmacia, por poco observador que sea enseguida se persuade de que la salud física es susceptible de muchas y muy variadas enfermedades. No vivirá amedrentado víctima de la aprensión. Sencillamente admitirá que la salud es un tesoro, y cuando esta quede amenazada, acudirá al fármaco que corresponda. ¿Por qué empezamos con buena voluntad, y al cabo de un tiempo vemos que Dios se nos ha apagado? ¿Qué mano misteriosa nos ha burlado y se ha metido para cambiar la clavija a la posición de OFF? Este libro trata de recoger algunas de esas dificultades y enfermedades frecuentes en el seguimiento de Cristo. Su lectura puede dar una primera impresión de camino tortuoso, pero no es así; sería como quien al entrar en una farmacia se acogotase porque vive de milagro.