Casi constantemente encuentro a Dios en todo
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En 1955 y en 1956, Guadalupe pudo asistir ya a cursos de retiro en Montefalco. Los primeros tuvieron lugar entre el 10 y el 14 de abril y los dirigió don Juan Antonio. Ella daba las charlas. Asistían 18 y recuerda:
“Creo que aproveché el tiempo, hice una confesión a fondo del año y saqué algunos propósitos que, con la ayuda de Dios y de Vd., quiero cumplir. Me puse en la presencia del Señor tal como me veo, y tal como veo que van las cosas, y pedí a Dios ayuda para encontrar los fallos. Si le dijera que tuve consuelos espirituales sensibles, no diría la verdad, pero puedo asegurarle que ni altos ni bajos. Casi constantemente encuentro a Dios en todo, con demasiada naturalidad. Creo que soy muy tranquila. Esa seguridad de Dios en mi camino, junto a mí, me da ilusión en todo y me hace fáciles las cosas que antes no me gustaba hacer, de modo que, sin pensarlo, las hago. Padre, tengo una preocupación: ¿será de verdad que el camino que llevo es el del Cielo? Lo encuentro demasiado cómodo, pues no tengo problemas personales casi nunca”